Llegue a el hospital, entre y me dirigí directamente al ascensor, iba sola
e Isa apareció.
- “¿Estas nerviosa?” –
dijo acercándose a mi.
- Un poco… - susurre,
luego me arrepentí y dije. – No, ¿Por qué iba a estarlo?
- “Que niña mas tonta” –
dijo dándome la espalda y dirigiendo su mirada hacia el espejo. Suspiro.
- ¿Te… - me acerque a
ella y me dispuse a tocarla, mire al espejo y solo me vi yo. - …ocurre algo?
- “Me gustaría verme…-
dijo girándose hacia mi. - ¿Estoy bien?”
- Si…
- “Descríbeme. – cerro
los ojos.
- Tienes el pelo largo y
blanco, un flequillo recto…
- “¿Tengo canas?”
- No, no son canas, las
canas son casi grises…- sentí como si la estuviera cagando. Ella agacho la
mirada, le cogí la barbilla y la obligue a que me mirara. - … tienes unos ojos
hermosos de un color gris claro, unos labios rosa clarito y vistes un hermoso
vestido azul blanquecino.
- “Me arrepiento mucho
de haberme puesto este vestido…- dijo tocándose el cuerpo.-…ese día.”
- ¿Qué paso ese…- Isa desapareció
y me quede con la palabra en la boca. Mire al espejo y la puerta estaba abierta
y Dani esperaba.
- Lu, iba a bajar a por
ti. – dijo invitándome a salir del ascensor.
- No ha hecho falta… -
me puse colorada, arrepentí esas palabras. - … ya estoy aquí.
- Bien.- Salí del
ascensor.
Daniel vestía unos pantalones vaqueros, una camisa blanca y larga y una
corbata que no estaba del todo abrochada. Tenía su pelo liso descuidado y
despeinado. Se me escapo una risita.
- Puedes compartirlo
conmigo… - Dani se giro, y pude ver sus ojos azules encontrándose con mi mirada
embobada. “Contéstale ya… que va a creerse que eres tonta” me chillo Isa en mi
cabeza, pero yo no le eche cuenta. Estaba demasiado concentrada en el rostro de
Dani. - … eo… Planeta llamando a Lucia. – me dio dos golpecitos en el hombro
que me hicieron volver en si.
- Tengo que contarte una
cosa… - dije un poco nerviosa.
- Mmm… - Se puso rojo, volvió
a caminar y se rasco la cabeza con el puño cerrado. - … dime, ¿de que se trata?
- Sobre mi hermano,
veras alguien me dijo que mi hermano se…- me pare en seco. Estuve apuntito de
contarle que Isa me había dicho que moriría en el viaje a estados unidos. -…quedaría
si yo desaparecía.
- ¿Qué quieres decirme?
- ¿A dónde puedo ir para
que se quede un par de días mas?- dije con voz desesperada.
- Creo que no deberías hacerlo,
piensa en el susto que le darás, y no si coge o no coge ese avión.
- Dani…- me pare, por
que sabia que no podría decir algo que pudiera superar su argumento. - … tengo
que hacerlo. Por favor, ayúdame.
- Toma.- me tendió unas
llaves que saco de su bolsillo. – Cuando salgamos del hospital, te vienes
conmigo a mi casa, en el jardín trasero tenemos un trastero. Allí no entra
nadie.
Cogí las llaves y intuitivamente, le di un abrazo.
- Gracias, muchas
gracias.- dije sin deshacer el abrazo.
De repente me estremecí, empecé a escuchar su respiración cada vez más
fuerte y mi corazón iba cada vez más deprisa. Me puse roja y escondí mi cara
entre su pelo.
- Lucia. – dijo Dani, deshaciendo
poco a poco el abrazo. - ¿Por qué es tan importante para ti que tu hermano se
quede?
- Es largo de explicar. –
le sonreí. – Vamos a ver a Julia.
- Si, Claro. – dijo agachando
la mirada.- vamos.
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